Llega a su pueblo y ve desde lo alto La Casa de la Medida y La Casa de los Jóvenes; y se ve nuevamente estudiando con su primo Serpiente de Estrellas.
Encuentra a su madre y a su padre, trabajando en el campo y ahí, se ve él, pequeño y sonriente corriendo entre el maizal. Hasta que llega cansado a posarse en un árbol y es una noche de tormenta. Un relámpago primero y un poderoso trueno después, hacen que inicie de nuevo el vuelo, pero ahora en círculos sobre la casa de sus padres y ¡observa el momento de su nacimiento!
En ese instante Águila Nocturna abre los ojos y se acuerda totalmente de toda su vida, en ese momento el Guerrero se ha recuperado completamente. El Espíritu toma el control. En ese momento existe continuidad entre su pasado y su presente; en ese momento recupera la posibilidad de su futuro.
Un sentido de sobriedad y claridad envuelve su corazón y su mente. Se incorpora lentamente. Sus ojos ven perfectamente en la obscuridad.
Sabe que lo están esperando y se dirige a un túnel que está escondido al final de la sala y empieza a caminar rápidamente por él. Es un túnel excavado en la piedra que se dirige al Poniente.
Después de muchas horas de camino, el túnel empieza a ascender lentamente, hasta que llega a una cámara, en la cual, encuentra unas escaleras y empieza un largo ascenso.
Poco a poco, la luz del sol empieza a entrar por el túnel, la salida está cerca. Águila Nocturna encuentra escalones labrados en piedra, pasa a una pequeña sala, al final se ve en la parte superior la salida y una escalera de piedra.