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Página:Daany Beédxe.djvu/315

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propia. Esas piedras tenían cientos de atados de años que habían dejado de ser piedras comunes. Durante generaciones de guerreros y a través de cientos de años, DAANY BEÉDXE, había sido un puente entre el cielo y la tierra, entre lo conocido y lo inconmensurable, entre lo divino y lo sagrado.

Águila Nocturna entendió, por qué, nunca se les permitió a los hombres comunes subir a La Montaña Sagrada del Jaguar. Simplemente la energía de las piedras habría hecho mucho daño a cualquier mortal, que se acercara a ellas.

El día había amanecido limpio y transparente, desde La Montaña Sagrada del Jaguar se veía con toda nitidez el valle amplio y profundo, coronado de montañas.

Águila Nocturna fue llamado por su maestro, quien lo esperaba en la plaza Norte.

Serpiente de Estrellas estaba sentado sobre un petate en el centro del pequeño basamento central.

—Tenemos que hablar Águila Nocturna —dijo el Maestro. Hoy eres un hombre y haz dedicado tu vida entera al conocimiento de los secretos de Los Viejos Abuelos toltecas; desde que eras un niño el poder te señaló y tú has cumplido escrupulosamente con tu responsabilidad.

Ahora eres uno de nosotros y tu destino está unido totalmente a esta montaña.

Como sabes, todo en el universo es cíclico, compuesto de pares complementarios. Y así, como es el día es la noche, así como es lo frío es lo caliente, pues bien, guerrero inmaculado, haz de saber que el tiempo de La Serpiente Emplumada se ha terminado sobre la tierra.

La luz empieza a ser vencida por la oscuridad y nosotros tenemos que partir nuevamente a la región del misterio.

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