LA CIUDADANA 109
La falta de agrelniacién es también motivo de que las tra- bajadoras no se protejan por contratos colectivos, en aquellas actividades en que prima la proporcién de trabajadoras, so- bre el de los obreros.
En los casos en que la mujer tiene representacién adecuada en los sindicatos, logra que se ajusten los convenios sin que se articulen diferencias de trato.
No es despreciable como factor de oposicién al principio de Igual salario, la concurrencia de jévenes trabajadoras, que no tienen que afrontar la responsabilidad del hogar. Estas aceptan sueldos inferiores que contribuyen a rebajar el nivel.
Una de las dificultades para la aplicacion del principio de retribucién por rendimiento, con prescindencia del sexo es la que originan las industrias que se instalan tomando Como base para su beneficio, un costo bajo de produccién, que se ob- tiene contratando obreras que nunca trabajaron. No existe entonces, base comparativa con salarios de obreros.
Cuando se idean procedimientos nuevos no calificados, la fijacién de los salarios minimos se hace también mas dificil.
Esto ocurre también en las demés industrias al introducir rnodificaciones de detalle en los procedimientos, para evadir los standards ya fijados en tareas calificadas.
En cuanto a las caracteristicas propias de las trabajadoras, la mas notoria, su escasa fuerza fisica, no puede servir de causa de menor paga, pues las tareas que la exigen deben vedarse a las mujeres. La legislacién del trabajo las prohibe en forma expresa.
En cualquier plan regulador del trabajo debe tenerse siem- pre en mira, para la admisién de: las mujeres en la industria, el impedir que realicen tareas perjudiciales a su salud.
Las tareas livianas que se le encomiendan no deben ser causa de una menor retribucién. Son tan indispensables como las pesadas. Sin ellas no se lograrian los prodigios de la téc- nica moderna.
