ma.—Figuraos cinco naves góticas, sostenidas por cincuenta y dos gigan tescas columnas, de cuyos soberbios capiteles, bordados de esculturas arrancan elegantes bóvedas ojivales. Figuraos bajo estas bóvedas un espa cio de 148 metros de longitud por 57 de anchura y 04 de elevación. Fi guraos en los muros, en los pilares y en las capillas hasta 679 estatuas, y casetones y doseletes dispuestos para otras 158 que aún quedan por ha cer... (En la parte exterior del Duomo hay cerca de 2,000 esttáuas, y le faltan unas 600. Total de estatuas que tendrá con el ti empo, 3,400 y tan tas.—En la Catedral de Milán se trabaja incesantemente hace mas de 50O años, y aún no está concluida. Los trabajos se han emprendido última mente con grande actividad, y se cree que esta generación verá termi nado el colosal pensamiento de Galeazzo Visconti). Figuraos, detrás del Altar Mayor, tres inmensas ventanas, adornadas, como todas las del tem plo, con magníficos vidrios de colores; en el intradós de las bóvedas, pin turas que fingen adornos esculturales; en las capillas, algunos retablos de gran mérito por su antigüedad ó por su primor artístico; en otros pa rajes, magníficos sepulcros de Arzobispos y Cardenales; figuraos, digo todo esto, con su riqueza, sus inmensas proporciones, su magestad y su hermosura, y formareis una vaga idea del conjuto de la insigne Catedral
Descendiendo ahora á algunos pormenores, os diré las cosas que más llaman la atención al recorrer aquellas naves.
Primeramente se repara en un Pilon de pórfido, donde se bautiza por inmersión, como prescribe el Rito ambrosiano.—Se dice que este Pi lón pertenece á unas antiguas termas de no sé qué emperador de Roma.
Sobre la puerta principal de la Iglesia, y en su lado interior, hay un gran balcón sostenido por dos columnas de granito, de una sola pieza, cuya longitud es de siete metros, por un metro y veinte centímetros de diámetro. Estos dos trozos de piedra son los mayores que existen en En ropa, al decir del cicerone.
No son menos notables los Pulpitos que rodean completamente log dos pilares, próximos al Altar Mayor. Son de bronce dorado, y están sos tenidos por grandes cariátides. En la parte alta se ven los cuatro Evan gelistas y los cuatro Doctores de la fe.—Esta maravillosa obra se debe á los cardenales San Carlos y Federico Borromeo.
La famosa Estatua que representa á San Bartolomé desollado, de que todos habréis oído hablar, es una obra de gran paciencia, que revela profundos conocimientos anatómicos; pero está muy lejos de ser una escultura interesante,—quiero decir, artística, en el sentido elevado de la palabra.
Mucho más bello me ha parecido un colosal Candelabro de siete brazos, del mejor estilo gótico, entre cuyas primorosas labores, que imitan follaje, se ven innumerables diminutas estatuas. Este candelabrose llama el Árbol de la Virrgen.
Pero el gran prodigio de la Catedral; su mas importante obra y el cen tro de la piedad milanesa, es la Capilla Sulterránea en que descansan