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DE MADRID A NAPOLES

dor, al manso cordero, á la victima resignada ; sino al terrible Juez que habia de venir á juzgar á los vivos y á los muertos. — «Es el Jesús del Dies irœ» ha dicho no sé quién. — A sus pies se halla la Virgen María, arrodillada, intercediendo por los pecadores. La escena tiene lugar entre el Cielo y la Tierra. La Tierra se ve abajo, y de ella salen los muertos, sacados de su largo sueño por el son de las trompetas, tocadas con espantosa energía por un admirable grupo de Angeles. En lo alto se ven dos grandes masas de Elegidos que vuelan al Cielo: los unos van abrazados á la Columna de la Fé; los otros al Árbol de la Cruz. Cerca de Cristo se hallan los Mártires, quienes le presentan los instrumentos de su martirio , — las aspas, la cruz, la rueda, la escalera, los martillos, la espada... — San Bartolomé, admirablemente pintado, lleva en la mano su propia piel, que conserva la forma humana, hasta la del rostro. — ¡Es una cosa horrible! — A la izquierda luchan los condenados con los demonios, resistiéndose ferozmente á seguirlos al infierno. — Hay quien dice que esta es la parte más perfecta de la obra. — Vése allí 'un condenado reflexionando sobre su suerte , que hace temblar al que lo mira : tal es su muda desesperación. — En la parte baja del fresco, se ve á Carón, el barquero mitológico, conduciendo los reprobos alas regiones infernales. — Este contrasentido pagano se encuentra también en Dante. — A la derecha todo es júbilo y amor, gloriaó esperanza. Allí están los Justos, los Elegidos, que acaban de pasar por delante de Jesús, el cual los va colocando á su diestra, como han de estar después á la diestra de Dios Padre. — Las Virgenes son muy bellas; pero no muy castas, y eso que fueron vestidas por Daniel Volterra á petición de Pablo IV, quien hizo atenuar también un poco el completo desnudo de las demás figuras. — ¡Ah! ¿qué entendía de esto Miguel Ángel? El era gentil, y siguió siéndolo al tratar el asunto más religioso, más cristiano, más místico que puede encomendarse á un pintor. — Para concluir: elJuicio final encierra cuatrocientas figuras, en las que están representados todos los afectos, todas las edades, todas las actitudes, todas las pasiones, todos los tipos... ¡Glosa admirable del alma y del cuerpo humano, que de muestra la inagotable inventiva de un genio colosal y de una sabiduría prodigiosa !

Ni es esta la única obra de Miguel Ángel que encierra la Capilla Sixtina. Todo el techo se halla pintado de su mano, y, entre las maravillosas creaciones que allí legó á la posteridad, cualquiera de ellas..., la menos perfecta..., bastaría á inmortalizar á aquel soberano artista!

Conocido su genio, la índole de los asuntos bastará para dar idea de la grandiosidad de sus obras.

Estos asuntos son: 1.° Separacion de la Luz y de las Tinieblas. 2.° Creación del Sol y de la Luna y siembra ó sementera de la Tierra: 3.° El espíritu de Dios cerniéndose sobre las Aguas: 4.° Creación de Adán: 5.° Creación de Eva: 6° Caida del primer hombre y su expulsión del Paraíso: 7° Sacrificio de Noé: 8,° El Diluvio: 9.° Embriaguez de Noé: 10. Jeremías: 11. La Sibila de Persia: 12 Ezequiel: 13 La Sibila Eritea: 14. Joël: 15 Zacarías: