Ir al contenido

Página:Del amor, del dolor y del vicio.djvu/31

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
27

Había sido en el teatro, en el Palacio Real, durante la representación de una de las farsas monumentales de Feydeau. Ella reía como una niña, abandonándose por completo á la sensación de vida grotesca que todo exhalaba en la escena. Al fin del tercer acto, mientras el marqués iba en busca de un amigo, Carlos se aproximó á ella, y, estrechándole la mano de un modo casi brutal, «Señora, la dijo, perdóneme Ud.; sé que hago mal, muy mal; sé que hablar á Ud. así es ofenderla; sé que de hoy más no querrá Ud. ni aun llamarme amigo; pero no puedo resistir, es imposible... y necesito decirla que la adoro con toda el alma, que la adoro sin esperanza ninguna, tristemente, locamente, como un enfermo que está seguro de morir de su mal y que muere dichoso... ¿Me perdona Ud. esta confidencia, señora?» Sin poder articular una sola palabra, ella había permanecido inmóvil, dejando que las manos febriles de Carlos acariciasen brus-