que todas y que todo. Eres la harmonía, eres el ritmo, eres la luz, eres la vida, eres la gracia... Quédate así... Tal vez los dioses no han muerto, sino que están desterrados y conservan aún algo del antiguo poder que les hizo reinar sin necesidad de recurrir á las supersticiones... Si viven todavía, y si uno de ellos te ve en este instante desde el fondo de su floresta de laureles y de mirtos, te petrificará en mármol rosado para que los hombres conserven el sentido de la belleza... ¡Lili!...
Mientras el poeta hablaba, la marquesa permanecía de pie, obedeciendo inconscientemente, sonriendo con sus labios inmortales, en actitud hierática, como si los dioses la hubiesen, en efecto, convertido en símbolo de gracia perdurable.— Su cuerpo delgado y lleno de carne, á la vez redondo y esbelto, blando con una blancura de perla nueva, lilial y transparente; con los hombros como una ánfora griega, con el cuello envuelto en la seda