con la Arjentina, desde que se declare hasta su terminación». La instraccion pública le ha merecido un donativo tan laudable como los anteriores: «La suma de un mil pesos que entregué a la Municipalidad de Concepción hace muchos años para la guerra del Pacífico y sus intereses se empleará en adquirir un instrumental de música para el Batallón Escolar que existe en esta ciudad, pues la espresada suma uo ha sido empleada hasta hoi en el objeto a que fué destinada ni eu ningún otro.» «Hace algún tiempo constituimos con mi esposa doña Carmen Urrejola un censo por la suma de cuatro mil pesos en el fundo de Santa Fó de Rio, para que sus intereses se invirtieran en premiosa los alumnos de las escuelas primarias de esta ciudad; y no habiendo sido posible hasta ahora, apesar de mis diligencias, conseguir que se dé cumplimiento á la donación antedicha, es mi voluntad que los intereses ya devengados se empleen en adquirir el instrumental de música de que antes he hablado, y los que en adelante se devengaren se emplearán en renovar dicho instrumental o en aumentarlo y en compra de piezas de música.» «La parte que me corresponde en la herencia de la sucesión Santa María la dejo para que se haga una segunda edición correjida y aumentada de mis primeros y segundos y quizas terceros viajes, debiendo darse un ejemplar empastado a cada uno de mis parientes y araigosy a cada uno de los diarios, colejios, escuelas e instituciones literarias de esta ciudad y la propiedad de la edición la dejo a beneficio de las escuelas primarias de la Comuna de Concepción. Como un homenaje al sacer
docio que se consagra solo al culto dispone: «Teniendo la profunda convicción de que la intervención del clero en política es un mal para nuestras instituciones y para larelijion y habiendo obtenido datos fidedignos de que los relijiosos del convento Agustino de esta ciudad uo toman parte alguna en la política, legoadichoconventolasumade un mil pesos, para que se inviertan en hacer un jardín en la plazuela.»Una bella vida así vivida dentro del marco riguroso de los deberes sociales y de la familia, ha tenido su mas gloriosa coronación en los rasgos ennoblecedores de su filantropía y amor a la patria.
RIO (roberto Del).—Doctor en medicina y servidor público. Se educó en la Escuela de Medicina y se inició en su carrera científica y humanitaria, como ayudante de clínica y cirujía. Obtuvo su título profesional en 1883. Su especialidad médica han sido las enfermedades de los niños, una de las fases mas delicadas y hermosas de su profesión. En 1884 fué nombrado médico de la Casa de Huérfanos, puesto que desempeñó hasta 1891, con el mas notable celo y acierto. En 1888 se le nombró profesor de la Facultad de Medicina, en especial en el ramo de las enfermedades de los niños, a los que se consagra con tierna solicitud y profundo talento. Sus elevadas cualidades de carácter lo hacen particularmente apto para este ramo de la ciencia de la salud. Ha sido presidente de la Sociedad Médica y formado parte de la Junta de Vacuna. Por sus raras dotes de intelijencia y de corazón, ha merecido homenajes públicos honrosos y justicieros.