- Y si los atenienses
- la cicuta te dieron, brevemente
- se la bebieron ellos por tu boca.
22. Aristóteles dice en el libro II de su Poética que Sócrates tuvo disputas con cierto Antióloco de Lemnos y con Anfitrón, intérprete de portentos, al modo que Pitágoras las tuvo con Cidón y con Onata. Sagaris fue émulo de Homero cuando todavía vivía, y después de muerto lo fue Jenofonte Colofonio. Píndaro tuvo sus contenciones con Anfimenes Coo; Tales con Ferecides; Biante con Salaro Prieneo; Pítaco con Antiménides y con Alceo; Anaxágoras con Sosibio; y Simónides con Timocreón.
23. De los sucesores de Sócrates, llamados socráticos, los principales fueron Platón, Jenofonte y Antístenes. De los que llaman los diez, fueron cuatro los más ilustres, a saber: Esquines, Fenón, Euclides y Aristipo. Trataremos primero de Jenofonte. De Antístenes hablaremos entre los cínicos. Luego de los socráticos, y en último lugar de Platón, que es el jefe de las diez sectas e instituidor de la primera Academia. Este será el orden que guardaremos.
24. Hubo otro Sócrates historiador, que describió con exactitud la región argólica. Otro peripatético, natural de Bitinia. Otro poeta epigramático. Y otro natural de Coo, escritor de los sobrenombres de los dioses.