los dos eran de un padre, y los otros dos de una madre. El mayor de los dos de una madre se llamaba Pílades; y el de los dos de un padre, Mereas; éste era curador de Arcesilao. Primeramente, pues, fue discípulo de Autólico, matemático, conciudadano suyo, antes de pasarse a Atenas, en cuya compañía peregrinó también a Sardes. Luego lo fue de Janto Ateniense, músico; después de éste oyó a Teofrasto, y finalmente se fue a Crantor en la Academia. Su hermano Mereas, arriba nombrado, lo inducía a estudiar retórica, pero él amaba más la filosofía. Prendado ya de él Crantor, le preguntó por aquel verso de la Andrómeda de Eurípides:
- ¿Serásme grato, oh virgen, si te salvo?
Y él respondió con el que allí se sigue:
- Llévame, peregrino:
- bien me quieras esclava, o bien esposa.
Desde entonces habitaron juntos; y dicen que Teofrasto sintió mucho su pérdida, pues dijo: «¡Oh qué ingenioso y vivo joven se ha ido de nuestra escuela!» Era grave y robusto en el decir, y asiduo en el escribir. Aplicóse también a la poética, y hay algunos epigramas suyos. Uno a Átalo es como se sigue:
- No en armas solamente muchas veces
- es Pérgamo la ilustre celebrada
- en la divina Pisa,
- si también en caballos.