—11= Y su furor no os asombre, que al fin por divinas leyes, nació mi hijo rey de reyes, porque fuese libre el hombre! Y Herodes, monarca fuerte que de su poder blasona, con torpe afan ambiciona del tierno niño la muerte; pues tiembla llegar a ver en su orgulloso desvelo, que un día el hijo del cielo haga sombra a su poder. Y va de su muerte en pos, por no mirar destruida su falsa gloria mentida ante la gloria de Dios. Pasc. Tranquilizaos, no tembléis: hay quien al peligro acuda: si habeis menester ayuda, en nosotros la tendréis; pues aunque pobres pastores, somos valientes, de fijo; y a salvar a vuestro hijo iremos de sus furores. José. Por designio tan honrado mil bendiciones os doy. Pasc. Muchachos, dejad por hoy en libertad el ganado. Aprovechar nos importa todo el tiempo que se pueda. Venid; por esta vereda mucho camino se acorta, es estrecha y escabrosa mas llegamos al instante. Jóse. Dejad que vaya delante a prevenir a mi esposa. Pasc. Antes que logren subir en el portal estaremos. Si duda alguno... ANT . Queremos en su defensa morir. José. Si, salvarles, yo os bendigo que son mi bien, mi alegría: a mi hijo, a mi María, venid a amparar conmigo.
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