Página:Divertidas aventuras del nieto de Juan Moreira (1911).djvu/308

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 300 —

tanto á un hombre como verse querido incondicionalmente.

Es como si tomara á grandes copas el más capitoso de los licores. ¡Ah, si María!...

—¿Cuándo piensa usted casarse?—me preguntó Rozsahegy, acercándoseme.

—Lo más pronto posible, don Estanislao.

—También á mí me gusta. Eulalia es rica, más rica que usted (no lo digo por mal), porque...

Venga un poco aquí y le diré.

Me tomó aparte, y continuó:

—Porque usted tiene...

Y me dejó boquiabierto, presentándome de memoria un inventario de mi fortuna, que yo mismo hubiera sido incapaz de hacer, ni aun tomándome dos meses de tiempo para buscar los datos y ordenar los papeles. Total, realizando en aquel momento, mi capital ascendería, por lo menos, á un millón seiscientos ó setecientos mil nacionales. Ahora bien, habría que rebajar la deuda á los bancos (pero ésta no era de preocuparse), y considerar que yo no tenía renta alguna, sino el simple aumento por la especulación.

Pero eso no importaba. Eulalia tenía rentas de sobra, y yo, con «dejar dormir» mis propiedades, me despertaría una mañana poderoso.

—«¡Déquese estar! ¡déquese estar!»—me repetía Rozsahegy, sonriendo con su ancha cara rojiza y bigotuda de mozo de cordel.—En este país, para ganar plata, lo mejor es no hacer nada, nada, nada, sino esperar las gangas. Para hacerse rico «trabacando», hay que ser muy vivo y no tener «sonserías».

Divertido, y, al propio tiempo, vejado por esto, quise poner término á los desarrollos económicos de mi suegro futuro, diciéndole:

—¡Pero don Estanislao! Si me caso con Eulalia es sencillamente porque la quiero, no por