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MEMORIAS DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA

día halagar la vanidad del Rey, y levantar su propia autoridad é influencia por encima de la de sus compañeros de gabinete, y le venía de molde un hombre como el astuto criollo, que sin escasear el incienso, combinaba á su gusto planes maravillosos. El de Quivira no gustó; hallándose éste llamado reino tierra adentro, en situación indeterminada y sin acceso conocido, ofrecía en la práctica graves dificultades, cuyo vencimiento consiguió en mejores proyectos el Conde de Santa Fé auxiliado del consejo del abate Renaudot. Véase el segundo.


Memoria del Conde de Peñalosa al Sr. Marqués de Seignelay, respecto al establecimiento de una colonia nueva en la Florida en la desembocadura del llamado Río-Bravo, y las ventajas que de ello resultarían al Rey y á sus súbditos [1].


18 de Enero de 1682.


«Esta parte de la Florida no está ocupada por ninguna nación de Europa. Se halla situada en 25 y 30 grados de latitud; el aire es puro y el clima templado; la riegan varios ríos navegables y abundantes en pescado, afluyendo los más al Río-Bravo, cuya boca tiene más de dos leguas de anchura, y el curso excede de 40 leguas.

»Para que se comprenda la utilidad de este establecimiento, conviene decir algo previamente de la colonia francesa de Santo Domingo.

»Tiene actualmente de cinco á seis mil franceses y unas setecientas mujeres, sin contar los negros de uno y otro sexo. Empezó con cincuenta hombres que llamaban bucaneros, establecidos allí contra la voluntad de los españoles, y habiéndose multiplicado, una parte se dedicó al cultivo y al comercio, principalmente de tabaco, y la otra, conocida con el nombre de flibusteros, al corso en la mar. Los últimos son gente aguerrida y acostumbrada á las fatigas del clima; suman unos mil doscientos hombres, buenos soldados y marineros, de que puede sacarse gran partido en aquel país, aunque no serían á propósito para servir fuera de él.

»E1 estanco del tabaco ha disminuido mucho el comercio de esta colonia y aumentado la necesidad del corso para subsistencia de los flibusteros, y como el Rey se lo ha prohibido hace poco tiempo, están á punto de desaparecer, lo que sería pérdida de consideración difícil de reparar,

  1. Margry. Memoires et documents. Tomo III, pág 44.