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DON DIEGO DE PEÑALOSA

pudiera introducir moneda que corra allí y acá, haciéndose alguna en aquella tierra, y dándole tan bajo valor que ganasen en ella los mercaderes que la trujesen y vendiesen por cobre en planeta, lo cual parece imposible con las costas de traerla, que son más que el principal, y también representa imposibilidad el darle salida con mandar que se labrase moneda de vellón acá y corriese con más valor y el mesmo tuviese puesto aquí lo de aquella tierra, porque si este no fuese excesivo y mucho mayor del suyo y que suele tener en otros reinos, todavía no se ganaría en ella, aunque en materia tal cupiera usar de ligar y cargar la mano en esto, y hubiera de que la hacer, y no se pudiendo introducir moneda ni género alguno que puedan enviar á estos reinos para sacar dinero ó dar en trueque de lo que hubieren menester, no lleva camino el trabarse comercio, y cuando algún día se dispusiere mejor esto de la moneda, sería carísimo cuanto allá les llevasen y los fletes de lo que enviasen acá, si ya no se facilitasen estos con acabarse de descubrir por allí la costa de la mar del Sur, de que este Vicente de Zaldivar dice que estuvo muy cerca, habiendo andado en busca della 160 leguas, y tengo para mí que de algunos pueblos de aquella provincia no puede caer más lejos ni aun tanto como lo que él anduvo, y á falta desto parece que les sería de alivio á los que allá quedasen, si mandase V. M. que los Oficiales Reales de México, por factoría les proveyesen de algunas cosas, las más necesarias, comprándose aquí y que se les diese allá por costo y costas, y cierto que yo no tengo perdida esperanza de que se haya de verificar lo que el Gobernador todavía afirma, de que hay plata en algunos cerros de aquella comarca en que está, porque en fin es montuosa y en las Indias, y tiene sierras que son continuadas y las mismas con alguna de la Nueva Vizcaya, según yo he sido informado; y en lo que toca á plata mucho mejor presumo de la disposición de aquello, que no de la que tiene la tierra adentro en los llanos de Cíbola. Y aunque D. Juan de Oñate escribe que ahora saldría á hacer algunas catas hondas y que hasta tanto no asegura riqueza, porque no sabe que haya metales de aventajada ley, esto no me desanima, porque no hay cuenta cierta en ello como fuese tierra de plata, que por muy pobres metales que hayan topado ó topasen, podría haber esperanza de que con catas más hondas ó mudándose á otros cerros ó á sierras diferentes, los hallen ricos. Pero si no saliese el haber plata, puesto caso que se hallase forma para que se hallase moneda de vellón y esta corriese y facilitase la contratación, servirá esto para la provisión de aquellos españoles, y no para sus granjerías en cosas de consideración, pues no tienen que vender de que haya