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MEMORIAS DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA

primo y más servidor. — Luis Méadez de Haro. — Señor duque de Albur- querque.»

Y por último, con fecha 11 del mismo mes, escribía de nuevo el mis- mo ministro al duque de Alburquerque:

«Todos estos días tengo escrito áV. E. largo; pero habiendo llegado D. Juan Bravo de Acuña con la nueva de haber entrado las armas de S. M. en Tortosa, no puedo dejar de repetir á V. E.la enhorabuena y las gracias, habiéndose debido tanta parte deste suceso al buen día que V. E. nos había dado en la mar.

S. M. ha sido servido de hacer merced á V. E. de 4.000 rs. de encomienda en la misma situación de la sal, donde V. E. tiene la otra*.»

No tardó el Rey en recompensar más espléndidamente todavía los muchos y buenos servicios prestados por tan bizarro general. Concedió- le al fin el elevadísimo cargo que tanto anhelaba el de Alburquerque, nombrándole virrey de Nueva España. Siete años le desempeñó con tan- to celo y general satisfacción, así en lo político y militar, como en la administración de la Real Hacienda, que durante su gobierno se cobra- ron todos los alcances que se debían, y se aumentaron las remesas metá- licas en sumas muy considerables, según consta en las cartas y cuentas enviadas al Consejo de Indias. Concluido el tiempo de su mando y termi- nado su juicio de residencia «fué dado por libre y declarado por buen mi- mistro.»

De regreso á España, vS. M. le nombró capitán general de la armada Real del Océano, ejerciendo tan importante magistratura militar, hasta que fué promovido á la superior de teniente general de la mar. Hallándose en la corte sirviendo en la cámara de S. M., y ofrecién- dose la jornada de la Serenísima Emperatriz Doña Margarita -, aceptó el ir sirviendo á S. M. Cesárea hasta las entregas, cuando otros de su grado se excusaron con diferentes pretextos; y lo que es aún más digno de en- comio, hallándose enfermo, de suerte que desde la cama salió para asis- tir á la jornada, sin reparar en el inminente riesgo de su vida, habién- dole durado su achaque, acaso por esta temeridad, mas de un año des- pués que salió de esta corte; y sin que por esto faltase en el curso de todo el viaje á la continua asistencia y servicio de S. M. Cesárea, y á aten- der á la mayor comodidad de toda la casa.

1 Er,i comcmhulor de (iuailnlcimal en I.t Orden militar de Santiago, en la que tamhiéu gozaba la diguidail de Treec.

2 Hija de Felipe IV y de su segunda mujer Doña Mariana de Austria. Nació el 12 de Julio de 1651, casándose con el Emperador Leopoldo el 12 de Diciembre ile KiCti.

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