Y en otra noche por el mismo estilo, abandonó Jéssica la casa del rico judío de Venecia, y con su amante huyó á Belmonte.
En aquella noche juró Lorenzo que la amaba con amor constante, y la engañó con mil falsos juramentos.
En aquella noche, Jéssica, tan pérfida como hermosa, ofendió á su amante, y él le perdonó la ofensa.
No me vencerías en esta contienda, si estuviéramos solos; pero viene gente. (Sale Esteban).
¿Quién viene en el silencio de la noche?
Un amigo.
¿Quién? Decid vuestro nombre.
Soy Esteban. Vengo á deciros que, antes que apunte el alba, llegará mi señora á Belmonte. Ha venido arrodillándose y haciendo oración al pié de cada cruz que hallaba en el camino, para que fuese feliz su vida conyugal.
¿Quién viene con ella?
Un venerable ermitaño y su doncella. Dime, ¿ha vuelto el amo?