hoy? ¡Válgame Dios! Cuéntame lo que ha pasado. Pero no, ya lo sé. Hemos encontrado el Amor junto al odio; amor discorde, odio amante; rara confusion de la naturaleza, caos sin forma, materia grave á la vez que ligera, fuerte y débil, humo y plomo, fuego helado, salud que fallece, sueño que vela, esencia incógnita. No puedo acostumbrarme á tal amor. ¿Te ries? ¡Vive Dios!...
No, primo. No me rio, antes lloro.
¿De qué, alma generosa?
De tu desesperacion.
Es prenda del amor. Se agrava el peso de mis penas, sabiendo que tú también las sientes. Amor es fuego aventado por el aura de un suspiro; fuego que arde y centellea en los ojos del amante. O más bien es torrente desbordado que las lágrimas acrecen. ¿Qué más podré decir de él? Diré que es locura sábia, hiél que emponzoña, dulzura embriagadora. Quédate adios, primo.
Quiero ir contigo. Me enojaré si me dejas así, y no te enojes.
Calla, que el verdadero Romeo debe andar en otra parte.
Dime el nombre de tu amada.