Vedla, qué alegre viene del convento.
(A Julieta.) ¿Dónde has estado, terca?
En la confesion, donde me arrepentí de haberos desobedecido. Fray Lorenzo me manda que os pida perdon, postrada á vuestros piés. Así lo hago, y desde ahora prometo obedecer cuanto me mandáreis.
Id en busca de Páris, y que lo prevenga todo para la comida que ha de celebrarse mañana.
Ví á ese caballero en la celda de Fray Lorenzo, y le concedí cuanto podia concederle mi amor, sin agravio del decoro.
¡Cuánto me alegro! Levántate: has hecho bien en todo. Quiero hablar con el Conde. (A un criado.) Dile que venga. ¡Cuánto bien hace este fraile en la ciudad!
Ama, ven á mi cuarto, para que dispongamos juntas las galas de desposada.
No: eso debe hacerse el juéves: todavía hay tiempo.
No: ahora, ahora: mañana temprano á la iglesia.