En la guerra he matado sin escrúpulo á muchos, pero tengo por pecado grave el matar a nadie de caso pensado. Soy demasiado bueno, más de lo que convendria á mis intereses. Ocho o diez veces anduve à punto de traspasarle de una estocada.
Prefiero que no lo hayas hecho.
Pues yo lo siento, porque anduvo tan provocativo y tales insolencias dijo contra ti, que yo que soy tan poco sufrido, apenas pude irme a la mano. Pero dime, ¿os habeis casado ya? El senador Brabancio es hombre de mucha autoridad y tiene más partido que el mismo Dux. Pedirá el divorcio, invocará las leyes, y si no consigue su propósito, os inquietará de mil modos.
Por mucho que él imagine, más han de poder los servicios que tengo hechos al Senado. Todavía no he dicho a nadie, pero lo diré ahora que la alabanza puede honrarme, que desciendo de reyes, y que merezco la dicha que he alcanzado. A fe mia, Yago, que si no fuera por mi amor á Desdémona, no me hubiera yo sometido, siendo de tan soberbia condicion, al servicio de la República, aunque me dieran todo el oro de