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ACTO IV.
ESCENA PRIMERA.
Plaza delante del castillo.
Salen OTELO y YAGO.
YAGO.
Ué pensais?
OTELO.
¿Qué he de pensar, Yago?
YAGO.
¿Qué os parece de ese beso?
OTELO.
Beso ilícito.
YAGO.
Puede ser sin malicia.
OTELO.
¿Sin malicia? Eso es hipocresla y querer engañar al demonio. Arrojarse á tales cosas sin malicia es querer tentar la omnipotencia divina.