á conocerlo. Mate él á Casio, mátele Casio á él ó mueran los dos, siempre saldré ganando. Si Rodrigo escapa, comenzará á pedirme el dinero y las joyas que le he sacado, so pretexto de seducir á Desdémona. Y si se salva Casio, su presencia será un perpétuo acusador contra mí, y ademas el moro podrá referir á Casio lo que ha pasado entre nosotros, y ponerme en grave peligro. Muera, pues. Le siento llegar. (Sale Casio.)
Él es. Le conozco. ¡Muere, traidor!
La vida me hubiera costado esta estocada, á no traer el jubon tan bien aforrado. Veamos cómo está el tuyo.
¡Confesion! ¡Muerto soy! (Yago hiere en las piernas á Casio y huye luego.)
¡Me han dejado cojo para siempre! ¡Asesino! ¡Favor!
Voz es de Casio. Yago ha cumplido bien su palabra.
¡Qué infame he sido!
Sí, él es: no hay duda.
¡Favor! ¡Luces! ¡Un cirujano!