que seria faltar á mi juramento, y no he de ser perjura aunque os pierda. Si errais, hareis que me lamente mucho de haber faltado á mi juramento. ¡Ojalá nunca hubiera yo visto vuestros ojos! Su fulgor me ha partido el alma: sólo la mitad es mia, la otra mitad vuestra... He querido decir mia, pero no es mia, vuestra es tambien, y toda yo os pertenezco. Este siglo infeliz en que vivimos pone obstáculos entre el poseedor y su derecho. Por eso, y á la vez, soy vuestra y no lo soy. El hado tiene la culpa, y él es quien debe pagarla é ir al infierno, yo no. Hablo demasiado, pero es por entretener el tiempo, y detenerle, y con él vuestra eleccion.
Permitid que la suerte decida. Estoy como en el tormento.
¿Basanio en el tormento? pues qué, ¿hay algún engaño en vuestro amor?
Hay un recelo, que me presenta como imposible mi felicidad. Antes harán alianza el fuego y el hielo, que mi amor y la traicion.
Me temo que esteis hablando desde el tormento, donde el hombre, bien contra su voluntad, confiesa lo cierto.
Pórcia, mi vida consiste en vos. Dádmela, y os diré toda la verdad.
Decídmela y vivireis.