Junto al claro riachuelo
á cuya bella cascada
canta el ave en la alborada
madrigales desde el cielo,
formaremos á la sombra,
sobre el musgo y entre flores
ricas de aroma y colores,
un lecho de blanda alfombra.
¡Válgame Dios! ¡Y qué gana tengo de llorar!
Canta el ave melodiosa
madrigales desde el cielo,
un lecho me brinda el suelo
de césped, clavel y rosa
junto al claro riachuelo,
etc., etc.
Simple.—Señor Hugh, vedle que viene por allí abajo.
Evans.—Bien venido.
Junto al claro riachuelo,
á cuya bella cascada....
¡Que el cielo ayude al que tenga justicia! ¿Qué armas trae?
Simple.—Ninguna, señor. Vienen mi amo el señor Slender y otro caballero de Frogmore, y se dirigen hacia aquí.
Evans.—Bien. Dame mi toga; ó más bien, tenla en tu brazo.
Pocofondo.—¿Qué tal, señor cura? Buenos días, buen señor Hugh. Quien quiera hacer una maravilla, que separe de los dados á un jugador y dé su libro á un estudiante.