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4 STELLA.
Todos los motivos que tengo para hacer valer en favor de mi resolución, los saben ya tá y ella; escúchalos tú, ella me obedecerá como me ha obedecido siempre. Conocerán mi voluntad el día en que mi muerte haya he- cho de mí un desaparecido. La hora de su lectura será, para los dos, la hora solemne de una última despedida.
Dejo á esos dos seres de mi corazón, mi nombre inmaculado como las nieves que lo han hecho conocer en el mundo, y tu protec- ción,
Nunca tuve nada que perdonarte; tu injus-
para conmigo, era exceso de amor por
ella.
GUSTAVO. Cristiania, 9 de Mayo de 19...