STELLA E aquíl.... Y sime gustan los héroes, 1o me gustan los mártires.
Con su prontitud de centella le contestó:
—eX qué otra cosa es el martirio, sino el heroismo silencioso, sin exclamaciones, frases, ni actitudes? Es el valor que muere, no el que mata.... ¿O usted cree que es más valiente Aníbal que San Pablo?. .... Quiero, viejo tío. hacerle conocer una «obra de fe»—-prosiguió con una travesura seria; travesura que aludía 4 lo que ella combatía en él.—Su imagipación no habrá concebido nada igual. No va usted A sospechar de clerical 4 papá, que era liberal y protestante, ¿no es cierto? Pues bien, era él quien guardaba el líbro del cura como una reliquia, antes que yo. Lo que va usted 4 oir solola fe lo alcanza.... Voy á contarle esa historia tal como la contaba él; su palabra: acrisolada garantiza su veracidad.
Sentóse en un alto y majestuoso sitial talla- do, tapizado de viejo brocato, digno de un papa. Máximo al verla allí, pensó en una Aor dentro de un misal. Ella dijo grave: «Escu- che atento, que es papá quien va á narrar.»