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Página:Duayen Stella.djvu/356

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3350 STELLA energía y firmeza de sus creencias, bajo la terviente vestidura con que sabía ella cubrir- las,

—La piedra filosofal... dí

Note daría la alquimía, ciertamente, lo que aspiro para usted, ¡El amor Sel, fuerte y seguro; el amor desinteresado de uva mujer que lo valgal.... Cuya toano levantara au- dazmente la cortina y le mostrara como 4 un niño, que las sombras que nublan su vida son sólo sombras... .. Una mujer muy valien- te, que le enseñara el valor, la bravura que le faltan para arrostrar la emoción y el recuer- do, ante los que huye usted siempre. El valor de ver sutrir, y el valor de la memoria. Sin la emoción y el recuerdo, ¿qué es la vida, viejo tío? Es el agua estancada, es el oro en la mi- na.... Vive usted de privaciones y es ése su vacío. Se priva de amar, de creer, y de sufrir; se priva de esperar.

—Sintetice, y convierta su definición en un consejo, Alex.

—Aunar y ser amado.

Máximo soltó una de esas tonterías de que sólo son capaces los hombres muy inteli- gentes:

—Espero resignado su sentencia: casarse Máximo, formar su hogar, fuudar una fami- lia, ete,, etc,, ete. .. Es el consejo obligado con que se obsequia á todos los solterones, y más cuando se tiene el envidiable privilegio de te- ner fortuna