STELLA 1
- que es la vida... Cándido al despertarlo 4
la mañana siguiente, vió sobre su cara dor- mida, el velo gris de sus días de spleen.
—El señor Montero y Espinosa salió muy temprano á caballo, señor, dijo el criado, in= corregible en su sistema de información Roberto le ensilló el alazán del señor... Pidió que se le indicara el camino del pueblito, y preguntó la hora de la misa. .... ¡Ah! del Om- bá han traído una canasta que mandaba la señora Dolores. El peón que la trajo, dijo queen ese momento la familia salía para la misa, y que después vendría 4 almorzar aquí
Máximo se levantó; eran las mueve. Llamó 4 su mayordomo, un inglés que ocupaba el puesto hacía diez y ocho años.
—Don Carlos, usted sabe que tenía resuel- to un viaje á Chile. Me he ido apoltronando, y corro peligro de que la Cordillera me dé con la puerta en las narices. Aprovecharé, pues, el tiempo que aún me queda, Me iré mañana á Buenos Aires, y eljueves tomaré el tren para Mendoza... A usted nada hay que decirle, don Carlos. ¡Ah! sí... Su hijo Carlos tiene pasión por los viajes, y ha estu- diado mucho el año pasado. Será bueno pre- miarlo. Prepárelo y mándemelo á Buenos Aires el jueves por la mañana. Lo llevo de compañero; ya sabe «que me entiendo muy bien con los muchachos.
Los ojos del inglés brillaron agradecidos y contestó lacónicamente: