un programa y una política adecuada para combatir el enemigo secular de los americanos: hambre, pobreza, ignorancia, enfermedad y miseria humana. Es así como, dos años más tarde, el entonces Presidente del Brasil, Excmo. Sr. Juscelino Rubitschek propone un decisivo plan de acción conocido con el nombre de "Operación Panamericana", en el que se pone, especial énfasis en los aspectos económicos, sociales y morales del Continente. A éste efecto el Consego de la OEA estableció un Comité integrado por representantes de las 21 naciones del Continente, con el fin de realizar y movilizar los recursos de América. Este Comité es conocido con el nombre de "Comité de los Veintiuno". Despues de una intensa actividad de éste Comité dá por resultado el "Acta de Bogotá—Medidas para el Desarrollo Social y Económico—dentro del marco de la Operación Panamericana, destinada a convertirse en menos de un año en el fundamento de el que había de descanzar la Alianza para el Progreso.
Ese mismo año—1960—se realizó otro sueño de los fundadores del Sistema Interamericano, se inaugura el Banco Interamericano de Desarrollo, que se propuso por primera vez en la Conferencia de 1889-90.
La década que se inició en 1960 marca una era de progreso para el Sistema Interamericano.
Durante el año 1961, la solidaridad económica del Continente quedó fortalecida por la envergadura de las labores del Banco Interamericano de Desarrollo que, al concluir su primer financiamiento, llevó a la práctica una aspiración interamericana acariciada por más de medio siglo.
Ese mismo año, el entonces Presidente de los Estados Unidos de América, Excmo Sr. John F. Kennedy propone un plan de tal magnitud que trasciende todos los otros eventos en magnitud y proyección. Este famoso plan es conocido con el nombre de "Alianza para el Progreso", establecida dentro del marco de la Operación Panamericana, de acuerdo a las bases acordadas en el Acta de Bogotá. La Alianza para el Progreso se convierte en realidad cuando la OEA establece la Alianza al aprobar, el 17 de agosto de 1961, la Carta de Punta del Este y la Declaración de los Pueblos de América (Véase:"Alianza para el Progreso").
Con la incorporación de la República de Cuba a la extructura marxista-leninista y su aliniamiento oficial con la política exterior de las potencias comunistas condujo al Sistema Interamericano a enfrentar una nueva forma de intervención. Con éste fin se reunió en Punta del Este, Uruguay, la Octava Reunión de Consulta. En ella la OEA tomo una acción decisiva para fortalecer la unidad continental y las instituciones democráticas contra el ataque de las potencias comunistas, excluyendo de la Organización al actual