construyeron con ellos una balsa, en la que se embarcaron.
El último que lo hizo fué el indiecito, quién, antes de embarcarse prendió fuego al buque, que era de brujos, por lo cual el fuego nunca lo consume. Arde siempre, y se le ve en noches que no sean de luna. Se le ve pasar ardiendo por el mar, y nunca se le alcanza. Si alguien lo hiciera, moriría en el acto. Sólo gracias a su anillo maravilloso, el indiecito pudo llegar a ese buque encantado.
Cuando llegó a tierra, se casó con la muchacha bonita y llegó a ser un cacique famoso, que fué muy rico y recibió muchos honores.
El motivo de hacerse invisible por un anillo, es de origen europeo, apareciendo en muchos mitos. Igual orígen tiene la figura del monstruo de siete cabezas que cuida los tesoros depositados en una cueva. Pero el ambiente en que se desarrolle el relato y la parte final, relacionada con el Caleuche, sin netamente araucanos. Especialmente interesante es la afirmación de que el indiecito, gracias a su anillo, pudo conocer el buque fantasma. También es curioso que las sirenas sean situadas alrededor de él.
