En Salamanca, quienes hayan concurrido a alguna reunión, pierden la sombra, que les es robada, en lo que se les puede reconocer, aunque sean profanos. Los brujos pueden volar, lo que hacen transformándose en un animal alado, o cabalgando sobre una escoba y pronunciando las palabras: "Sin Dios ni Santa María". Hay quienes niegan que los brujos se puedan transformar en animales: sostienen que sólo los abandona momentáneamente su alma, para entrar en un animal.
En Santiago se informó al autor cómo se había descubierto a una bruja. Tratábase de una criada solía recogerse a veces temprano a su habitación y que no contestaba cuando se la llamaba, alegando al dia siguiente haber estado con el mal, una enfermedad repentina que la hacía perder el conocimiento. Pero una vez que se repitió este hecho, los patrones penetraron en la pieza, forzando la puerta: la criada no estaba en ella, pero frente a un espejo había una vela encendida, con pequeños potes de diversas pomadas, que arrojaron a la acequia, como cosas malas. La criada no volvió a aparecer, pero desde la noche siguiente la casa comenzó a