no exhibirse.
Además de las maldades ya señaladas, sus maleficios consisten en producir en sus víctimas jorobas, parálisis faciales, tullimientos o dislocaciones de los huesos, el tortícolis, un gran decaimiento o dejadez con que amanece el cuerpo, la muerte a corto plazo para el que ha tenido la desgracia de pisar o sólo mirar sus deposiciones, el malograrse el carbón que se está fabricando en la hornada y el cual, al arder en el brasero, chisporrotea sin cesar, lo que se debería a que el Trauco lo ha pisado, y muchos otros.
Según informa Francisco J. Cavada en su libro "Chiloé y los Chilotes", de cuya obra se han tomado las informaciones precedentes, los chilotes usan las siguientes defensas o amuletos en contra del Trauco:
- Un escapulario que tenga por ambos lados dos carbones, dos pares de ojos y dos barbas de chivo,-
- tirar cochayuyo o derramar ceniza en las 4 esquinas de la casa,-
- hachear las esquinas de la casa,-
- hacer una cruz con dos cuchillos,-
- hacer silvar un huiro (el alga marina de este nombre),-