despidió y le obsequió un lazo, diciéndole que lo llevara escondido, y que cada vez que necesitara algo, se lo pidiera, en la seguridad de que sus deseos serían cumplidos.
La joven regresó a la ruca, y el padre le preguntó si llevaba dinero. Ella contestó que sólo estaba premunida de un lazo, por lo cual el padre y las hermanas la golpearon y no le dieron de comer. Ella se fué al bosque, donde cazó pájaros con el lazo, llevándolos a la ruca, pero le hacían burla. Salió de nuevo y laceó un novillo gordo. Otro día llegó con un caballo, y después con ovejas, guanacos y avestruces, juntando todos esos animales en un corral, el que era de su propiedad.
Las hermanas se irritaron mucho y le tenían envidia. Pretendían que les entregara el lazo que llevaba arrollado a su cuerpo, pero ella se negó.
Pensaron entonces matarla, para cuyo efecto la invitaron a bañarse con ellas en el río.
Al llegar a éste, la tiraron al agua en una parte muy profunda, pero con la ayuda del lazo se salió a la orilla opuesta,