etc.). Asimismo se tejen ponchos, mantas, chalinas, chales, de rebozo, etc. en Los Andes, Putaendo, Melipilla, Parral, Cauquenes, Chillán, etc.
La especialidad de las alfombras y tapetes se hace notar en Niblito, cerca de Chillán, en la expansión de los tipos araucanos en toda la Frontera y los trabajos aislados de la Metrópoli y del Valle Central. Son también variedades fáciles de distinguir las que se producen en Parral y Panimávida. Con carácter histórico hay que recordar el auge inusitado -a fines de la pasada centuria- de las alfombras de iglesia tejidas en casa, da colores tostados, con motivos florales, con característica y pesada trama y con gruesas franjas laterales. Todas las damas de las ciudades principales legaron los primores de su mano a los museos y las actuales colecciones.
Muy diseminada geográficamente aparece la afición