cachivaches, etc.), propios da un "tendal" (tendalera) o cuchitril.
Entre los muebles, siempre "hechizos", hay que dar preferencia al baúl como una síntesis del arca, sacos, cajas, arquillas, bargueños y aún las cómodas, estantes y armarios; y también a las características "petacas" de forma de bolsones de borde reforzado o de cajas rígidas de cuero, con candados. Son estos efectos tan importantes como la "cubija" (cobija) reducida a un lecho somero cuya alma es la "pallasa" (colchón de paja de hoja de maíz) implicando la idea de camastro o nidal. Puede figurar también un elemental catre de canelo y la cuna de raulí para las criaturas.
Dan complemento al mueblaje las mesas, taburetes, banquetas, banquillos de higuera (en bruto) y las sillas de paja, de palo y de mimbre. Un rango muy importante hay que conceder al "brasero" como pieza de metal y especialmente de cobre.
Mas bien adjuntos al "lavatorio" (lavabo) se encuentran los útiles de tocador como la cola de vaca para colgar peines, los peines y peinetas de gayacán y naranjo, el asentador de "chagual" y los trastos dedicados al aseo personal (jofainas y palanganas).
Para la casa-cocina está indicado el "poyo", de simplísima fábrica, en el papel del hogar; reemplazado, a veces, por el "fogón" cuando se hace más reducido y portátil, como es el caso del fogarín chilote: una hornilla tallada en "cancagua" (piedra blanda). Entre los útiles y artefactos menos estables deben citarse la "destiladera", bien típica en Chile y del N. O. argentino, como un filtro labrado en piedra porosa y suspendido en un bastidor; la "artesa" (en madera de álamo) pára lavar ropa; las palanganas y la "batea" (en madera de álamo) para amasar pan; el molejón (piedra de afilar en disco giratorio); las carretillas y las angarillas sustituyendo las narrias, y parihuelas; la gran piedra rectangular de moler y su mano; el "secador" (secadero de mimbre) para la ropa blanca; la balanza hechiza; las damajuanas (del tradicional tipo árabe) en vías de ser reemplazadas por los chuicos (pequeñas damajuanas menos anchas), típicamente chilenos. No pueden faltar el "chonchón" (candil), la "alcuza" (burda imitación del convoy para los aliños) y el mortero de madera o piedra y su majadero. Para preservar y depositar los alimentos o frutos son indispensables tanto la "chigua" (herpil), como el "chinguillo" (quechua) en forma de red vegetal, siempre colgantes.
