Me han dicho que tú te casas
es lo que dice la gente,
que todo será en un día,
tu matrimonio y mi muerte.
La línea melódica se nueve en el ámbito de una octava, con pequeños intervalos de segunda y de tercera, excepto el caso de algunas sextas descendentes, muy escasas en el folklore musical chileno. El ritmo es de 6/8, con acompañamiento de guitarra, punteado en las estrofas y rasgueado en el estribillo.
El texto poético transcrito es el más común de esta danza, en la actualidad extinguida, y que parece haberse practicado principalmente en la segunda mitad del siglo XIX, en la zona central del país. Las voces negroides de los dos primeros versos del estribillo de dicho texto acusarían un influjo afroamericano, comprobable en especies coreográficas con juego de sombreros, cultivadas en Cuba y Perú en la misma época de la que comentamos; sin embargo sus antecedentes remotos presentan una relación más factible con la gran promoción de bailes de galanteo en la Europa del siglo XVIII.