do y veía más claramente, no aprobó nunca las exageraciones de Bentham y distó mucho de co- meter tales faltas. Tuvo además la ventaja de aplicar los principios de Bentham en un país, Gi- nebra, que, a consecuencia de los acontecimientos políticos, en aquel tiempo, podía considerarse en cierto sentido como nuevo; consiguió efectivamen- te su propósito, y el éxito alcanzado da testimonio del valor del principio."
"Dumont-replicó Goethe-era un liberal mode- rado, como lo son y deben serlo todas las gentes razonables, como lo soy yo mismo, que me he es- forzado toda mi vida en trabajar en ese sentido. "El verdadero liberal-siguió diciendo-procura hacer todo el bien que puede, utilizando cuantos medios tiene a su disposición; pero se guarda de querer destruir a sangre y fuego repentinamente defectos que a menudo son inevitables. Procura remediar poco a poco los males públicos, sin em- plear medidas violentas, que destruyen muchas cosas buenas existentes.
"Convencido de la necesaria imperfección de este mundo, se conforma con lo bueno mientras llegan épocas y circunstancias favorables para alcanzar lo mejor."
Sábado 6 de febrero de 1830.
Convidado a comer por la señora de Goethe. El hijo de Goethe me refirió algunos rasgos inte- Hinda s