discípulos, mientras el obispo principesco galopa en una carroza tirada por seis caballos?
"No nos damos cuenta-siguió diciendo Goe- the de todo lo que debemos a Lutero y a la Re forma en general. Nos ha libertado de las cade- nas de la limitación espiritual, y a consecuencia de la progresión constante de nuestra cultura nos hemos capacitado para volver a la fuente y tomar el cristianismo en su pureza originaria. Hemos vuelto a sentirnos con valor para estar afirmados con pie seguro en la tierra de Dios y para sentir- nos orgullosos de nuestra divina naturaleza hu- mana. Por mucho que progrese la cultura espiri- tual; por mucho que las ciencias naturales crez- can en extensión y profundidad; por mucho que el espíritu humano se eleve, nunca irá más allá de la altura y de la cultura moral del cristianismo, tal como resplandece y brilla en los Evangelios.
"Pero cuanto más progresemos en nuestro des- arrollo los protestantes, tanto más aprisa nos se- guirán los católicos. Tan pronto como se sientan arrastrados por la ilustración, cada vez mayor, de la época, quieran o no quieran tendrán que seguir su ruta, hasta que al cabo vengamos a parar en que todos somos unos.
"Desaparecerán también las diferencias entre las sectas protestantes, y con ellas el odio y la enemiga entre padres e hijos, hermanos y herma- nas. Pues cuando hayamos incorporado y sentido la pura doctrina de amor de Cristo, nos sentire- mos grandes y libres en nuestra condición de Rited ปาง Ex