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JUSTIFICACIÓN.


Dice la tradición escrita de la inmortal revolución de la Independencia Americana, que la invención de la bandera argentina fué en 1812.

Me creo, pues, en el deber de justificar la aparición de ese hermoso lienzo 'azul y blanco' en la escena décima cuarta del último acto, para que no se me acuse de haber sacrificado la verdad histórica al efecto y á la gala dramática.

Como se verá, no aparece como una simple mutación destinada á arrancar una impresión de entusiasmo.

No:

La situación sale sin violencia, no solo del pensamiento histórico que se desenvuelve, sino de la trama misma. Está colocada como para que el hermoso estandarte azul y blanco simbolizara desde su aparición, la importante y sagrada misión, que desempeñó muy luego, circundado de los reflejos de sus glorias y de sus triunfos. Llevó la libertad, por entre cadáveres, sangre y humo, á medio continente, como llevó en la escena décima cuarta la libertad á Cárlos, en cuyo personaje, he encarnado la causa del derecho, que triunfó en 1810!

Tuve momentos de plena confianza, en que, en mérito de esta idea y del mimado niño, llamado 'efecto' dramático, me perdonaría el error cronológico, quienes lo creyeran tal. Pero declaró, que ni una ni ótra consideración influyó decididamente en mi, porque otras eran mis convicciones y porque, sufrido candor es fiarse de la benevolencia de la crítica, tan severa muchas veces con faltas veniales y tan piadosa otras con gravísimo delito de 'lesa-buena-razón'.

Confieso, que una convicción, nacida de un deseo puro y de una ambición legitima y democrática, fué la que me aconsejó le diera á la bandera argentina por único orijen, la revolución de 1810.

Voy á exponer las razones que transformaron mi deseo en convicción.

Oigamos primero el único pasaje histórico, que sobre la bandera argentina he leído, escrito por Mitre en su "Historia de Belgrano", previniendo no fuera de caso, que el historiador, parece haber querido adornar su héroe (que lo es, en efecto, en alto grado) con todas las galas que ha podido. Mitre habla de la "invención" de la bandera por Belgrano y no se acuerda en ese momento de la cuna democrática de sus colores.