Mi querido amigo: Ya te he dicho que en vano busca uno colores en China; pues lo mismo sucede con los olores (salvo los malos, peculiares de este país), los ruidos, los afectos y las pasiones. Todo aquí es vergonzante ó rudimentario; no hay nada franco y decidido. Aspirando bien, llegas á encontrar á la flor algún perfume recatado y modesto; las frutas no son ni agrias ni dulces, pero sí insípidas; los instrumentos músicos carecen de sonoridad, su ruido es mate; chinos y chinas cantan en falsete, sin vibraciones en la voz y en el diapasón de la confidencia; se diría que hacen música en secreto. No extrañarás, por lo tanto, el saber que en China no hay amor, con lo que probado queda que no hay nada: lo que no obsta para que los estadistas difieran en reconocerle de cuatrocientos á quinientos millones de población, que es una apreciable diferencia. Esto indica que hay familia en
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Macao, 26 de Marzo de 1880.