Esta página ha sido corregida
―218―
Siento el tuyo palpitar!...
¡De este mundo para siempre
Destierra, ó Dios, la bonanza!
La tormenta es mi esperanza,
Y mi vida.... el huracan!...
Porque oigo la voz mas dulce
De la que amo peregrina,
Y mas tierna se reclina,
Para sosegar su afan.
¡Oh! reposa adormecida
Descansando aquí en mi seno,
Y que nunca mas sereno
El cielo vuelva á brillar!
Pues yo velo, mientras duermes
De mi brazos en el lecho,
Y vivo, porque en mi pecho
Siento el tuyo palpitar!....
Ramon E. de Carpegna.