Ir al contenido

Página:El Cancionero de Borinquen.pdf/96

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
―84―

que hace tiempo deseaba manifestar á V., y que solo la necesidad me hubiera obligado á ocultar. Disimúleme V. que me tome la libertad de aprovechar estos cortos momentos en que tengo el placer de hablar á V. para decirle que la amo y no ambiciono otra felicidad que la de ser correspondido para unir algun dia mi suerte á la de V.

Bajó ella sus hermosos ojos ruborizándose, y permaneció en silencio. D. Luis continuó:

―Dígame V. á lo menos, Anita, si podré esperar.....

Concluyeron en aquel momento de tocar el rigodon, con gran satisfaccion interior de Anita, que deseaba no verse obligada á contestar, y con gran sentimiento de D. Luis que se apresuró á decirle en voz baja:

― Vendrá V. al baile que dará la Marquesa la semana que viene?

―Sí, respondió ella del mismo modo.

―A los pies de V., dijo él alzando la voz y alejándose, despues de haberla llevado á su sitio.

Concluyó el baile sin otro incidente particular, y en el que tuvo lugar pocos dias despues, Anita se mostró mas complaciente dando alguna esperanza al apasionado jóven, que consiguió á fuerza de súplicas que le permitiese escribirle, como único medio que tenía para saber su respuesta decisiva. Hizolo en efecto quince dias despues, como ella le habia ordenado por medio de su criada, diciéndole que si al día siguiente salía al balcon llevando en la cabeza una de las rosas de un primoroso ramillete que le enviaba, seria señal de que era amado.