Pero tu paz, Hermano, y no el embuste
que como tal da el mundo, hasta aquel día
Isaías, XI, 7.
en que el león con paja se apaciente,
y anide el gavilán con la paloma;
porque guerra de paz fué tu pasión.
XII
ALBA
Oseas, VI, 3.
Blanco estás como el cielo en el naciente
blanco está al alba antes que el sol apunte
del limbo de la tierra de la noche:
que albor de aurora diste a nuestra vida
vuelta alborada de la muerte, porche
Éxodo XIII,
21-22.
del día eterno; blanco cual la nube
que en columna guiaba por el yermo
al pueblo del Señor mientras el día
duraba. Cual la nieve de las cumbres
ermitañas, ceñidas por el cielo,