INTOXICACIÓN LITERARIA
El mejor alimento de "la mentira vital' es el falso arte, y, principalmente, la literatura morbosa. Los imaginativos y los abúlicos son presa fácil de esa poderosa sugestión llena de letal belleza.
Todo hombre es capaz de experimentar la mayor parte de los sentimientos comunes a la humanidad, aun cuando no sea capaz de expresar sino una mínima parte de ellos. Pero, basta que el artista los encarne en una obra, para que, en seguida, los experimente la mayoría, aun cuando esas emociones no figurasen en su experiencia anterior. El arte, que une a los hombres en un común sentimiento, es indispensable a la humanidad para el progreso en la conquista de la dicha; es el medio más humano de confraternidad universal porque eleva a todos ante un mismo ideal.
El falso arte tiene de común con el verdadero la fuerza sugestiva. El radio de acción de esta fuerza es tan vasto como las manifestaciones de la actividad humana. Individualmente ejércese sobre la intelgencia, sobre la afectividad, sobre la voluntad, de acuerdo con la línea de menor resistencia ofrecida por los débiles mentales. Socialmente, sus diversos géneros alimentan las mentiras vitales que favorecen la estabilidad artificiosa de los grupos humanos en fa-