La segunda consulta hecha por Irisarri al gobierno chileno sobre la materia fue respondida, a nombre del Director Supremo, por el Ministro Joaquín Echeverría, quien en uno de los párrafos del respectivo oficio señalaba:
- “Si ha de consultarse la opinión pública ¿y cómo no, tratándose de dar una Constitución a Chile? No puede pensarse un momento en adoptar la forma monárquica. Si en Chile hay alguna opinión sobre este punto, está decidida y pronunciada contra la monarquía” [1].
El panamericanismo
En abril de 1819, Bernardo O’Higgins escribía a José de San Martín: “Es preciso no olvidar que sin la libertad del Perú no hay independencia permanente” [2], y en septiembre de 1820, a Miguel Zañartu:
- “Estoy cierto que en parte alguna tendrá nuestro ejército que tirar un solo tiro; todo va combinado de modo que la libertad del Perú se haga sin sangre. Pero no será sin la substancia de Chile que ha apurado sus recursos hasta lo increíble [3] [...] . Acaba de llegar a Valparaíso un brigadier enviado por el gobier no patrio de México, solicitando auxilio de armas y tropas, ase gurando que toda la costa, desde las inmediaciones de California hasta las de Acapulco, están en rebelión [...] después que haya zarpado de Valparaíso la expedición que con el mayor secreto estoy equipando para Chiloé, y de lo que encargo a V. el mayor sigilo, pienso auxiliar la costa de México con ar mas, oficiales y un par de buques de guerra. Ayer habrán dado la vela de Valparaíso el bergantín ar mado en guerra Ana y el transporte Emperador Alejandro, con auxilio de tres mil fusiles, pertrechos, vív eres y algunos oficiales para las costas del Chocó [Colombia] con el objeto de aumentar el ejército que a las órdenes del Coronel Campino se está creando allí” [4].
Aunque en las conversaciones en Londres entre el venezolano
Francisco de Miranda y Bernardo O’Higgins, aquel tenía en mente la independencia de todos los países hispanoamericanos para formar la Colombeia, el joven Bernardo estaba dispuesto a luchar, en primer lugar, por la de su Patria. Empero, siempre mantuvo su posición americanista no sólo colaborando con la independencia de los otros países hispanoamericanos, en la forma que se pudo apreciar en las citas anteriores, sino también terciando en las desavenencias entre países como Perú y Bolivia o, antes que Simón Bolívar, procurando reunir en un Congreso General a los Estados de América, como se concluye del infor me remitido por Joaquín Mosquera, enviado diplomático ante el Perú y Chile del gobierno colombiano a su Ministro de Relaciones Exteriores:
- ↑ Heise, op. cit., pp. 94 -95.
- ↑ De la Cruz, Ernesto. op.cit. Tomo II (1819-1823). Editorial América, Madrid, 1920, p. 36.
- ↑ A pesar que la expedición al Perú había sido aprobada, en 1818, contando con el concurso de Buenos Aires, éste no se dio y, aún más, parte del Ejército de Los Andes, mayor mente formado por chilenos, fue llevado a las pampas argentinas y devuelto reducido. Sin embargo, Buenos Aires envió la misión Alzaga a Santiago y Lima cobrando los suplementos hechos para la libertad de ambos países, mientras tropas chilenas se batían por las provincias argentinas del antiguo Charcas, parte de la actual Bolivia (Valencia Avaria, Luis. “Pensamiento de O’Higgins...”, op.cit. pp. 121-122).
- ↑ Ibíd. pp. 123-135.