mente llegado a una mesa equivocada, sin embargo, las otras pulgas comprensivas trataron de detenerla y una pulga le dijo:
"Quédese amigo, no importa que usted viva absolutamente aislado, yo creo como usted que debe cultivarse la soledad, la soledad debe amarse, su soledad está llena de fantasmas desnudos, de manos tersas que apaciguan las tempestades de las pulgas, usted es el mayor símbolo del amor porque le huye, recuerde la tortura de los senos y los muslos que te alumbran las noches y su cobardía entre fantasmas, cultivándose la importancia de estar solo”.
La pulga sola, habitante de las soledades, se sonrió pero se fué a su casa. Porque había muchas cosas, muchas visiones que la estaban esperando en su soledad.
La pulga que leía mucho.—Lo que se crea del amor, solamente son ideas que tienen un cordel atado a la práctica. Puede darse que el amor hoy sea una cosa y mañana otra. La cópula del alma, el romance, en ocasiones deja al cuerpo bien abajo, otras veces sólo el cuerpo manda, y uno se pregunta: ¿En dónde están las fuerzas del alma?
La pulga vieja.—La decepción es el resultado de las disquisiciones dialogadas, del es-