Página:El Gíbaro.djvu/158

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no Maestro, podrán ocultar por mucho tiempo sus nacientes virtudes ó flaquezas al que emplea su vida en alentar las primeras y corregir perdonando las segundas? Consúltese á un amigo en quien se reconozca superioridad, mas nunca se imponga, á costa de penosos sacrificios, un deber á aquel que no pudo aceptarlo. La celebridad no se adquiere por el rango de la profesion, sino por la altura á que llega el hombre en cualquiera de ellas: el nombre de algunos modestos artesanos á pasado á la posteridad, mientras ha perecido, ó mejor nunca vivió, el de muchos Doctores y Licenciados.

Envidiable es la dicha de un padre que ve honradas sus canas con la buena reputacion de su hijo, y hasta cierto punto seria disculpable en él el sentimiento de orgullo de que se halla poseido, sino hubiera espuesto á un estravío los talentos de ese mismo hijo que tanto le complace ver brillar: en una palabra; el hijo debe elegir y el padre guiar, y nada mas que guiar.

La idea de que la instruccion no debe adelantar en una familia, sino trasmitirse igual de unos en