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Quizá llegue de la ruina próxima, en un soplo imperceptible, el aroma de los azahares. Tal vez una piragua se destaque de la ribera asaz sombría, engendrando una nueva onda rosa, y haciendo blanquear, como una garza á flor de agua, la camisa de su remero...

El crepúsculo, radioso como una aurora, tarda en decrecer; y cuando la noche empieza por último á definirse, un nuevo espectáculo embellece el firmamento. Sobre la línea del horizonte, el lucero, tamaño como una toronja, ha aparecido, palpitando entre reflejos azules y rojos, á modo de una linterna bicolor que el viento agita. Su irradiación proyecta verdaderas llamas, que describen sobre el agua una clara estela, á pesar de la luna, y la primera impresión es casi de miedo en presencia de tan enorme diamante.

Dije ya que aquellas tierras se prestan á todas las producciones. Hay, sin embargo, algunas singularidades debidas á la constitución geológica. Falta desde luego la tierra vegetal, el humus, que solo se encuentra en fajas de sesenta metros, término medio, á las orillas de los arroyos, y en limitadas áreas bajo los bosques, como si su formación