Página:El Imperio Jesuitico - Leopoldo Lugones.pdf/334

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
- 302 -

mejante en apariencia al ideal de los modernos comunistas; pero dicha argumentación, excelente como recurso dialéctico, constituye una anomalía para quienes organizaron el comunismo en forma tal, que todo progreso económico era imposible al individuo. Aquel socialismo de Estado, más despótico que un imperio oriental, permitía la igualdad, pero la igualdad de la miseria, como que todo existía por la providencia del Padre director: la renuncia de los bienes terrenales, que es para el cristianismo católico el más seguro medio de salvación. Por lo que respecta á las consideraciones humanitarias, ellas son igualmente inaceptables en los sacerdotes de una religión, cuya ley originaria autorizaba precisamente los exterminios de raza, cuando el pueblo escogido tenía en los otros un obstáculo á su desarrollo, consagrando así, en la forma religiosa que sintetizaba los prestigios de la época, esa eterna ley de la lucha por la vida á la cual pertenece también el secreto de la historia.

Los indios eran incapaces de vivir en estado de civilización, como lo demuestra de sobra el fracaso de las reducciones al ponerse en contacto con el mundo, pues su organización fué en el fondo un