Página:El Lazarillo de Tormes (1921).pdf/36

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
38
 

de hacer y dejado un cuchillo viejo que por allí andaba en parte de le hallase, voime al triste arcaz, y por de había mirado tener menos defensa le acometí con el cuchillo, que a manera de barreno déļ usé. Y como la antiquísima arca, por ser de tantos años, la hallase sin fuerza y corazón, antes muy blanda y carcomida, luego se me rindió y consintió en su costado, por mi remedio, un buen agujero. Esto hecho, abro muy paso la llagada arca, y, al tiento del pan que hallé partido, hice según deyuso está escrito. Y con aquelio algún tanto consolado, tornando a cerrar, me volví a mis pajas, en las cuales reposé y dormí un poco.

Lo cual yo hacía mal, y echábalo al no comer. Y así sería, porque cierto en aquel tiempo no me debían de quitar el sueño los cuidados del rey de Francia.

Otro día fué por el señor mi amo visto el dañio, así del pan como del agujero que yo había hecho, y comenzó a dar al diablo los ratones y decir:

—¿Qué diremos a esto? ¡Nunca haber sentido ratones en esta casa sino agoral Y sin duda debía de decir verdad. Porque si casa había de haber en el reino justamente de ellos privilegiada, aquella, de razón, había de ser, porque no suelen morar donde no hay qué comer. Torna a buscar clavos por la casa y por las paredes y tablillas y a tapárselos. Venida la noche y su reposo, luego era yo puesto en pie con mi aparejo, y cuantos él tapaba de día destapaba yo de noche.

En tal manera fué y tal prisa nos dimos, que sin duda por esto se debió decir: «Donde una puerta se