Página:El Lazarillo de Tormes (1921).pdf/69

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

TRATADO QUINTO

Cómo Lázaro se asentó con un buldero, y de las cosas que con él pasó.

En el quinto por mi ventura di, que fué un buidero, el más desenvuelto y desvergonzado y el mayor echador dellas que jamás vi ni ver espero, ni pienso que nadie vió. Porque tenía y buscaba modos y maneras y muy sotiles invenciones.

En entrando en los lugares de habían de presentar la bula, primero presentaba a los clérigos o curas algunas cosillas, no tampoco de mucho valor ni substancia: una lechuga murciana; si era por el tiempo, un par de limas o naranjas, un melocotón, un par de duraznos, cada sendas peras verdintales. Así procuraba tenerlos propicios, por que favoreciesen su negocio y llamasen sus feligreses a tomar la bula.

Ofreciéndosele a él las gracias, informábase de la suficiencia dellos. Si decían que entendían, no hablaba palabra en latín, por no dar tropezón; mas aprovechábase de un gentil y bien cortado romance y desenvoltísima lengua. Y si sabía que los dichos clérigos eran de los reverendos, digo que más con dineros que con letras y con reverendas se ordenan, hacíase entre ellos un Santo Tomás y hablaba dos